La temporada de caza arranca, un año más, sin la munición ecológica prometida. A raíz de la prohibición de la tenencia y uso de cartuchos que contienen plomo en determinadas zonas húmedas, que establecía el real decreto 581/2001, de 1 de junio, la Real Federación Española de Caza (RFEC) comenzó a trabajar en la búsqueda de una munición alternativa que no presentara los efectos contaminantes de los perdigones de plomo. Sin embargo, una década después del inicio de este proyecto, los cerca de 70.000 cazadores valencianos, así como los otros miles españoles, siguen esperando.
«En el caso de la Comunitat Valenciana es especialmente molesto este tema porque el mayor número de cazadores son acuáticos, de humedales, por lo que estamos obligados a usar munición sin plomo», explicaron ayer a Levante-EMV distintos cazadores. A falta de esta munición alternativa, de momento los batidores valencianos echan mano de cartuchos de acero. «Son más caros que los de plomo, pero no tenemos otra opción», lamentan.
Un proyecto de 2 millones parado
Tampoco pueden comparar los precios con los cartuchos alternativos, los ecológicos, porque todavía no existen. El presidente de la RFEC, Andrés Gutiérrez, reveló que posiblemente en el segundo semestre del año las nuevas municiones estarán ya disponibles. Sin embargo, algunos cazadores no se lo creen.
Y es que han sido ya varios los retrasos que ha sumado este proyecto, que ha contado con una inversión de cerca de dos millones de euros, dinero que ha salido de la mutua de los cazadores federados de toda España, Mutuasport. José María Mancheño, presidente de esta entidad y de la federación de cazadores de Andalucía, explicó ayer a este diario que «tras una década, porque el proyecto de munición ecológica empezó en 2003, todavía no sabemos nada. Hay opacidad total». De hecho, en 2008 parecía que quedaban pocos meses para empezar a probar las nuevas balas en humedales de Valencia y Cataluña, pero finalmente no se logró. «Incluso la NASA dijo que quería patentar las balas ecológicas», añadió Mancheño.
El tema de los cartuchos ecológicos ha abierto una brecha entre las federaciones españolas de caza. Por una parte, los sostenedores del proyecto, entre ellos el presidente de la RFEC, y por otra, como Mancheño, los escépticos.
Los perdigones ecológicos —sin plomo en su composición—fue desarrollada por un equipo de investigadores dirigido por Francisco Javier Pérez trujillo, catedrático del área de ciencia de los materiales e ingeniería metalúrgica, de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Complutense de Madrid. Sin embargo, según apuntó Mancheño, ahora el proyecto ha pasado a manos privadas, una empresa de Murcia, «de la que la Mutua, quien ha puesto el dinero, no sabe nada».
