Federació Catalana de Caça
Àrea Federats
Àrea Federats
Àrea Societats
ACTUALITAT RELACIÓ FCC - RFEC
BATUDES
CAÇA MAJOR
CAÇA MENOR
CAMPIONATS
CONSULTORI VETERINARI
CURSOS I FORMACIÓ
FALCONERIA
FIRES, SIMPOSIS I CONGRESSOS DE CAÇA
GASTRONOMIA
IMPORTANT
NOTES DE PREMSA INSTITUCIONALS
OCELLAIRES
PREMSA
SUBHASTES
Notícia històrica · PREMSA

LA LEY DE MONTES CERRARÁ BOSQUES A EXCURSIONISTAS Y SETEROS EN LAS BATIDAS DE CAZA



La Ley de Montes cerrará bosques a excursionistas y seteros en las batidas de caza

18/11/2013
El texto del Gobierno, que será aprobado en 2014, remarca que durante una cacería el terreno será de ‘uso exclusivo’ cinegético

La futura ley estatal de Montes prohibirá a seteros, ciclistas y excursionisas en general adentrarse en las zonas marcadas para las batidas y monterías de jabalíes y ciervos. El borrador presentado por el Gobierno central, que tiene todos los visos de salir adelante en el Congreso en junio de 2014, establece que los terrenos delimitados a tal fin serán de ‘uso exclusivo’ para la práctica cinegética, una precisión que reclamaban los cazadores por motivos de seguridad, argumentando que mientras ellos están obligados a señalizar el bosque, ninguna norma obliga expresamente a los demás a respetar las indicaciones. Ese vacío legal genera a veces conflictos; en particular con seteros que en otoño buscan laderas donde decenas de cazadores permanecen apostados con rifles tras haber tramitado los permisos.

El cambio legislativo fue debatido el pasado jueves en un foro en el que intervinieron responsables del Ministerio de Agricultura, Alimentación y MedioAmbiente. También estuvo presente la Oficina Nacional de Caza (ONC), que agrupa a ocho federaciones autonómicas que representan al 70% de los aficionados españoles. Sus representantes plantearon que el anteproyecto de ley estatal de Montes detalle las actividades prohibidas durante las cacerías; incluidas las micológicas, que han experimentado un auge no sólo en Euskadi, sino en la comunidad limítrofe de Castilla y León. Allí acuden cientos de vascos para buscar setas en parajes donde tradicionalmente se desarrolla la caza mayor.

«En la reserva de Urbión (Soria), los guardas pasaron horas sacando a seteros que se habían metido en lugares marcados para una batida desde el amanecer. Sólo queremos que se actúe con sentido común, que la gente sea consciente de las armas que se utilizan en una montería. No es cazamenor; es algo más que una perdigonada», resume, gráficamente, Santiago Iturmendi, presidente de la Federación de Caza de Castilla y León, integrada en la ONC. «Hemos tenido un año excepcional de setas en nuestra comunidad», agrega, para subrayar la importancia del problema.

No existen datos globales sobre excursionistas fallecidos por disparos de cazadores en España, pero en Andalucía han muerto, al menos, tres seteros. En Euskadi no constan accidentes de esta naturaleza, si bien los montes de la provincia de Álava son los que, en principio, plantean mayores riesgos, ya que casi todos forman parte de cotos. Muchos de
esos lugares –el macizo del Gorbea, por ejemplo– atraen a cientos de paseantes durante la temporada micológica, en los fines de semana de otoño, días en que coinciden precisamente con las batidas. No obstante, el peligro potencial se extiende a Bizkaia y Gipuzkoa, puesto que en ambos territorios, si bien la caza es libre, también se organizan cacerías de ciervos y jabalíes.

El presidente de la Federación de Caza de Álava, Iker Ortiz de Lejarazu, admite que han aumentado las quejas contra personas que ignoran las señales de las batidas o que no llegan a verlas al salirse de los senderos habituales. «Nosotros arrendamos un coto, sacamos todo tipo de permisos y seguros; nos ponemos un chaleco reflectante a la entrada de la zona marcada–explica–. Nuestra actividad está regulada de forma muy estricta, y nos parece bien que sea así. ¿Por qué no hacen lo mismo los demás?».

Obligatorio e imperativo
Ortiz de Lejarazu se queja de que la indefinición jurídica que rodea las cacerías autorizadas –la señalizacion es obligatoria para los organizadores, pero no es ‘imperativa’ para el excursionista– puede ser una fuente de discusiones en el monte. Santiago Iturmendi cita a ciclistas que se salen de una ruta y «tratan de abrir otra, buscando la dificultad» para toparse con los cazadores. No obstante, su colega de la federación alavesa precisa que los conflictos con ciclistas o con montañeros son menos habituales, porque siempre queda la posibilidad de tomar vías alternativas. «En cambio, con los seteros es distinto, porque buscan lugares concretos, y pueden aparecer cuando se está cazando en ellos».
¿Quién tiene preferencia? La ONC mantiene que la decisión corresponde al propietario del monte o al ayuntamiento cuando se trata de terrenos de titularidad pública. «Son ellos los que están facultados para establecer el aprovechamiento de una finca, cinegético o micológico», indica Santiago Iturmendi, quien agrega que, para muchos pueblos de Castilla y León, la caza y todo lo que la rodea representa el 95% de sus ingresos. En su opinión, a nadie se le impide realizar actividades en un bosque; simplemente se trata de organizarse con sensatez. «A fin de cuentas, en cada monte sólo se organizan una o dos batidas al año», argumenta.
La cuestión, de todos modos, estará jurídicamente zanjada a partir del próximo año si el borrador de la futura Ley de Montes se mantiene en sus términos actuales: cuando haya una batida, todos tendrán que respetar las señales.

Una reforma aplicada ‘de facto’ en los cotos de setas

Algunos cotos de setas de Castilla y León, en los que hay que pagar por un permiso para recolectar, aplican ‘de facto’ la reforma propuesta para la Ley de Montes, y advierten a los excursionistas de que cualquier actividad está supeditada a que no coincida con batidas de cazadores. Así ocurre en el coto de Pinares del Sur, en la provincia de Burgos, que ha colgado en su página web una exhaustiva reglamentación en la que deja sentado que el aprovechamiento cinegético prevalece sobre cualquier otro, «siempre y cuando la cacería esté autorizada y correctamente señalizada sobre el terreno». También la ‘guía del recolector’ recogida en el Proyecto Myasrc –para la regulación de la actividad micológica en Castilla y León– avisa al setero de que en los ayuntamientos de los pueblos se indica cuando hay batidas.





Comentaris



No hi han comentaris.




Fes el teu comentari

Per deixar el teu comentari has d'estar registrat
NOM D'USUARI
PASSWORD
Alta nou federat     ·     Alta nova societat     ·     Alta Becader




<< Tornar