Calzados Fal-Chiruca ha decidido relanzar y fabricar, en edición limitada, el modelo de bota original de la firma. La auténtica Chiruca, la que dio origen a la marca. Unas botas con historia.
HISTORIA DE CHIRUCA
Hay que remontarse hasta la Primera Guerra Mundial, cuando la resistencia francesa derribó un avión en los Pirineos catalanes. Este aparato cayó en un pueblecito de la provincia de Gerona llamado Tortellá. En este pueblo vivía un ingeniero textil, que había estudiado en Alemania, que aprovechando el fuselaje del avión estrellado lo utilizó para hacer el molde de la suela de lo que en un futuro serían las Chiruca. La idea le vino porque él veía cómo los franceses que atravesaban la frontera escapando de la guerra utilizaban unas botas que no existían en España y que a él le gustaban. Así que él creó una empresa donde fabricar este tipo de calzado.
La mujer de este ingeniero se llamaba Mercedes, cuyo diminutivo cariñoso en gallego es Chiruca. Además de esto, en aquella época en los teatros de Cataluña se representaba, y estaba triunfando, una obra teatral, un drama del autor Torrado, que se titulaba Chiruca. Estos dos hechos hicieron que se decidiera por este nombre y lo utilizara como marca.
Después, durante la II República el Estado le expropió la empresa. Con el triunfo de Franco tras la Guerra Civil la empresa vuelve a sus manos y junto con otra empresa vasca, en los años 40, es la que más calzado fabrica en España. Según estudios de esa época, el 80% de los españoles (campesinos y militares fundamentalmente) calzaban Chiruca.
En los años 60, el incipiente movimiento estudiantil universitario y el movimiento obrero español utilizaban Chiruca porque era un calzado muy cómodo para poder correr en las manifestaciones delante de los grises de Franco.
En los años 70 comienza a entrar al mercado español el llamado calzado blanco (deportivas blancas de Adidas, Puma...) y este hecho hace que la marca Chiruca caiga y no sea posible, pese a sus esfuerzos, sacar la empresa adelante.
En 1987 la marca no tiene presencia en el mercado. Llevaba así más de 10 años. En ese mismo año, CALZADOS FAL, S.A., fundada en 1965, se pone en contacto con los propietarios de la patente y adquiere la licencia de uso de la marca Chiruca. De este modo comienza a fabricarse en Arnedo (La Rioja), en una factoría de 14.000 m2 en la que en la actualidad trabajan 130 personas. A partir de ese momento comienza el desarrollo de nuevas líneas de producto que junto a las botas han llevado a Chiruca a lo más alto.
En el año 2002, CALZADOS FAL, S.A., adquiere la marca Chiruca en propiedad.
RELANZAMIENTO DE LA BOTA CHIRUCA ORIGINAL
Y ahora en el año 2020, en medio de una pandemia mundial, Calzados Fal-Chiruca decide que es el momento de revivir el modelo original de la marca. La auténtica Chiruca, la que fuera símbolo de toda una época de transformación social, será ahora símbolo de otra época de transformación. Es el momento de parar, de empezar a re-vivir, de empezar a vivir despacio.
Vivimos en un mundo acelerado. Comida rápida, trenes de alta velocidad, envíos express, siempre pendientes de móvil, del whatsapp, de las redes sociales, del email… un ritmo de vida frenético, con continuos cambios, sin tiempo para adaptarnos a ellos. Sin tiempo para nosotros.
Es hora de parar. De decir stop. De recapitular. Queremos empezar a escuchar que la vida ha cambiado. Que somos libres. Que podemos disfrutar y que no hemos perdido la capacidad de descubrir. Darnos cuenta de que se puede vivir de otra manera, una vida más relajada, en contacto con la naturaleza, disfrutando del momento. Charlar, observar, sin interrupciones, sin mirar el reloj… Necesitamos desconectar, levantar el pie del acelerador y volver un poco a la vida de antes. Recuperar los olvidados paseos.
Por eso Chiruca ha decidido resucitar la bota Chiruca Original. Unas botas que vienen de una época donde la vida era más sencilla y menos acelerada. Un símbolo de una forma de vivir que cada vez ansiamos más.
La bota Chiruca original es una bota de monte, pero para no ir al monte. Son para la ciudad, para el pueblo, para pasear, salir con los amigos… para lucirlas. Son una forma de vida. Son para gente que busca algo especial, diferente, gente que cree que no hay que perder lo bueno de antes, que cuida el medio ambiente, que les gusta la naturaleza y que busca un modo de vida más tranquilo, sin el estrés en el que vivimos. Gente que ve la modernidad de lo vintage, que cuida mucho su aspecto pero que no sigue a rajatabla las modas y va un poco a contracorriente.
Si tú también te consideras uno de ellos, entra en www.chirucaoriginal.com y descubre las botas para vivir despacio.
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