La Comisión Directiva del Consejo Superior de Deportes aceptó ayer parcialmente el recurso que varias de las Federaciones Territoriales de Caza, el conocido ahora como F-X, presentaron contra la Real Federación Española (RFEC) en el tema de las licencias federativas, por lo que la RFEC deberá replantearse su postura, que pasaba por querer cobrar un canon a dichas federaciones por cada licencia expedida.
El 6 de febrero la Comisión Delegada de la RFEC había aprobado un reglamento de licencias –sin comunicarlo a las Territoriales- en el que en su artículo 12 se imponía a esas federaciones un canon por todas las licencias que expidieran, tanto nacionales como autonómicas, y otro para todos los clubes federados.
Las Federaciones Territoriales de Caza de Andalucía, Aragón, Cataluña, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Galicia y Navarra, que engloban a la gran mayoría de los cazadores de España, presentaron un recurso ante la Comisión Directiva del CSD, por entender que lo que se había hecho era una “reforma estatutaria encubierta y que eso debía ser acordado por la Asamblea General y no por la Comisión Delegada, que en definitiva se había extralimitado de sus funciones”, señalaron a Marca responsables del F-X.
El tema fue tratado en la reunión interterritorial celebrada en Madrid el 27 de junio, sin llegarse a aclarar ninguna postura en una reunión que fue demasiado lejos, cuando el presidente de la RFEC, Andrés Gutiérrez, intentó mediar en una conversación entre su hijo, que había esperado a que acabara esta reunión para tratar el tema de su despido de Mutuasport con el presidente de la Federación Gallega, Javier Nogueira.
El presidente, desbocado
En medio de esta conversación Andrés Gutiérrez habría proferido insultos contra el presidente gallego, mientras que, para calmar al presidente nacional habrían tenido que intervenir y mediar el secretario general de la RFEC, Óscar Jurado y el jefe de prensa de la RFEC, Ángel López, que tuvieron que retirar al presidente a su despacho para que la situación se calmara.
Pasados unos minutos y previsiblemente calmados los ánimos, el presidente increpó de nuevo en esta ocasión al presidente de Cataluña, Paco Piera con los mismos calificativos, mientras que de nuevo el presidente Gutiérrez era retirado sin que las cosas fueran a mayores y ante el estupor general.
Leonardo de la Fuente
